Como ya te comenté, quiero invitar a gente a la newsletter. Gente 10. Gente que vale la pena. Después de que Vicky escribiera para nosotros (y puedo volver cuando ella quiera) hoy toca otro grande. Vais a disfrutar de un pedazo de mail de la parte de Xavi alias Xavpas.
Xavi lo conocí gracias a IGS hace ya unos años y está en el top 3 de personas más geniales y buenas que he conocido en TODA mi vida. Xavi es una pasada de persona y te prometo que no hablo por hablar. Y no quiero olvidarme de su mujer, Vero, a la que le mando un saludo y que también es una persona increíble.
Desde que conocí a Xavi creamos una bonita amistad que con el tiempo ha ido hasta colaborar a nivel profesional. Trabajamos con clientes en común y es el diseñador de confianza de mi empresa y mío. Si como persona es un 11 como profesional y cumplidor un 12.
Bueno te dejo con él que no pararía, de verdad. Antes te dejo sus redes sociales y su twitch. Si no lo conocías, corre. De verdad.
Instagram: https://www.instagram.com/xavpas/?hl=es
Twitter: https://twitter.com/ZenithiaKids
Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCrMF3EPQnKRd52O4l9fRn5Q
Twitch: https://www.twitch.tv/zenithiakids
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¡Hola! Quizá te preguntas por qué hoy Aldous no está aquí. Bueno, todos los héroes necesitan un día de descanso y aquí estoy yo para sustituirle.
La verdad es que en estos mails a veces recibimos informaciones muy interesantes, reflexiones profundas… Pero sobretodo estamos aquí por el salseo y el hate, así que hoy quiero reflexionar sobre el hate mismo: un gran poder con una gran responsabilidad.
Algo que puede ser arbitrario, algo que puede ser necesario. Prepárate un buen café, si quieres ponte alguna BSO de fondo (un tal Sugiyama tiene muchas buenísimas de una saga bastante desconocida llamada Dragon Quest) y ¡vamos allá!
El otro día estaba en Twitter (mala idea) leyendo una discusión (mala idea) sobre videojuegos (mala idea). La eterna discusión: “mi sistema es mejor”, “no, el mío”, “el mío tiene estos juegos”, “vale pero el mío puede hacer esto”, “ya pero…”. Gente defendiendo a capa y espada -llegando a lo personal- compañías millonarias, compañías que “lo hacen todo por sus fans” pero que, siendo realistas, si hacen algo es porque va a vender y les va a generar dinero. Son empresas. De las pocas cosas que aprendí en la carrera de ADE fue que una empresa siempre es neutra. Empezará a preocuparse por el medio ambiente si el no hacerlo le está perjudicando en sus números, de la misma forma que una empresa se portará mejor con sus usuarios para quitarle una parte del pastel a la otra. Todo son números.
Entonces, ¿todo ese odio de dónde viene? Para mí el hate “porque sí” es simplemente una muestra de falta de empatía y… sí, muchas veces de orgullo.
Todos nacemos bajo unas circunstancias, bajo unos pretextos que muchas veces (por no decir el 99%) ni tan siquiera escogemos. No he escogido mi año de nacimiento, por tanto vanagloriarme de que “la gente joven no sabe lo que son los buenos juegos de antes” es estar orgulloso de que mis padres se pusieran cariñosos en el 89 y no el 98, algo que ni siquiera depende de mí mismo. Puedo estar contento, opinar, pero ¿orgulloso?… no.
Hay que entender y aceptar que cada uno hemos nacido con un sistema nervioso determinado y que hemos tenido una infancia determinada. Gracias a ello, por ejemplo, soportamos mejor o peor la frustración o el “prueba y error”, el “morir y morir” que requieren algunos juegos como los Souls o los antiguos Castlevania. Por tanto, ¿Es mejor alguien que adora la acción que alguien que disfruta de un JRPG por turnos (como es mi caso) porque lo otro, con el tiempo, cada vez me estresa más ? No elegimos nuestras circunstancias, por lo que criticar a los otros es no entender que ellos tampoco las escogieron.
Nos gusta lo que nos gusta y nos importa lo que nos importa en el mundo de los videojuegos: por formación, porque nuestro padre/madre/hermano/hermana jugaba a ello, porque se nos da mejor, porque somos competitivos, porque no lo somos, porque lo somos demasiado, por ese olor de los cartuchos, por la facilidad de lo digital, por nuestra cartera, porque todos nuestros amigos juegan en un sistema, porque sale ESE juego que despierta en ti algo que ni siquiera puedes describir. Todo, amigos, TODO, es válido y merece ser respetado y celebrado.
Pero hay un lado bueno del hate, no os preocupéis. Se llama crítica. El problema es que casi siempre es contestada con odio. La crítica reside en una opinión fundamentada en una propia experiencia y, como tal, puede -y debe- ser debatida pero nunca negada. Está basada en todo lo anterior y por lo tanto es 100% personal pero, a diferencia de un hate que viene desde el orgullo, este tipo de “hate” viene desde la humildad, desde el intentar construir, no destruir.
Por esto me gusta que Fran nos llene con su “hate”, porque gracias a la sátira nos puede hacer reflexionar sobre situaciones que atañen a nuestro hobby, situaciones que desde el humor nos despiertan la empatía.
Dicho esto: Si no te gusta Dragon Quest es que simplemente eres un ignorante y no tienes ni p*ñetera idea de videojuegos. Cierra la puerta al salir.